La planta de Scania en Tucumán paralizó su producción por completo durante esta semana, una situación que genera una profunda inquietud entre los trabajadores y el gremio SMATA. La interrupción no es un hecho aislado, ya que la empresa tiene la posibilidad de extender las suspensiones hasta 40 días a lo largo del año. Luis Diarte, titular de SMATA en la Provincia, confirmó la situación en diálogo con TDN debido "a la caída que tuvo de los pedidos de Brasil, de Europa, ese tipo de demanda que no se está produciendo nos lleva a estas cuestiones en la que debemos firmar con la empresa una suspensión hasta fin de año, de la cual puede hacer uso 40 días hasta diciembre”.
A pesar de la paralización, los trabajadores no han sufrido una reducción salarial significativa, ya que cobran “el 75% del salario sobre el bruto, adicional de antigüedad y productividad, así que no es grande la diferencia”. Sin embargo, la principal preocupación del gremio es la estabilidad laboral y el riesgo de pérdida de puestos de trabajo. Diarte fue enfático al respecto: “Ya hubo unos retiros voluntarios, donde hay algunos compañeros que se acogieron a este pedido de la fábrica”.
La situación, además del contexto internacional, se enmarcaría, según Diarte, en las políticas gubernamentales actuales: “Estamos preocupados porque vemos cómo este gobierno nacional abre las importaciones y cómo sistemáticamente hay actividades que van a ir perdiendo su valor productivo y por ende, las empresas, terminan suspendiendo personal. Estas políticas del gobierno nacional a nosotros no nos favorecen, porque nos imposibilita crecer y ser el motor del país”. La capacidad productiva de la industria automotriz en general, incluyendo Scania, se encuentra operando entre el 50% y el 60%. En la planta en Tucumán, trabajan aproximadamente 525 personas en la línea de producción, y entre 110 y 115 trabajadores tercerizados bajo otro convenio colectivo.
Suma de factores
En este caso en particular, Diarte, expresó su preocupación no solo por Scania, sino por “toda la industria automotriz en general”, mencionando también a Volkswagen y otras empresas del sector. “Llegamos a un acuerdo en la que se llevan adelante suspensiones porque hay una falta de pedidos desde Brasil y Europa. Se dejó de fabricar 5.000 chasis, ni tampoco nos solicitaron cajas de cambio ni ejes”, expresó Diarte.
La actual coyuntura contrasta con anuncios previos de inversión. En marzo de 2023, Scania había anunciado una inversión de U$S 18 millones para su planta en Tucumán. Diarte explicó que estas situaciones son el resultado de la naturaleza cambiante de la economía y la demanda global: “Estamos ante un panorama evolutivo, donde hay que analizar la situación mundial, cómo repercute en el tema de la producción y los pedidos que nos llegan. Hay momento en los que existe un auge de la producción, pero después esto cambia debido a las variables económicas que terminan afectando a los trabajadores”.
Por su parte, Scania explicó mediante un comunicado que se “ha acordado la implementación de un esquema de suspensiones laborales”, en medio de la “coyuntura internacional” que derivó en una “disminución temporal en la demanda de producción”. La exportación de piezas desde la fábrica de Colombres representa hasta un 15% del total de los envíos de productos tucumanos a los mercados internacionales. Las suspensiones laborales contemplan a los empleados de todos los niveles y “tiene como objetivo resguardar el equilibrio productivo y preservar las fuentes de trabajo, tal como se ha hecho en otras ocasiones frente a contextos similares”, añadieron. De acuerdo con la empresa, se abonará una compensación no remunerativa, “lo que permitirá mitigar el impacto económico para los trabajadores”. “Scania mantiene su compromiso con el diálogo permanente, el respeto por las personas y la sostenibilidad de su operación en el país”, finalizó el comunicado.